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Cómo controlar la ansiedad

ansiedad.jpgLa ansiedad afecta tanto a la mente como al cuerpo y engloba sentimientos como el miedo, la aprensión y sensaciones corporales como tensión muscular, sudoración, temblores, problemas respiratorios, incluso «nudos en el estómago». La ansiedad también nos lleva a sentirnos enfermos: diarrea, dolores de cabeza, de pecho, de espalda, palpitaciones…

Sin embargo, la ansiedad es una reacción sana. Cuando el organismo se siente en situaciones de peligro, se prepara para reaccionar y enfrentarse al peligro. Imagina que estás en la playa y ves a una persona en el agua con peligro, sentirás enseguida que tu cuerpo se pone en situación de alerta para intervenir si es necesario).

Ojo de hombreLo que ocurre cuando no existe peligro real es que se trata de un peligro interior, de nuestros sentimientos, de nuestros miedos que hace que nuestro cerebro se ponga alerta.

(Ejemplo: Estoy en la playa, veo a un niño en la orilla y está con su madre, no corre ningún peligro pero me empiezo a imaginar que pasaría si mi hijo corriese algún peligro. El hecho de pensar que algo malo le pueda pasar hace que me ponga nerviosa, que se me acelere el pulso, que me dé un vuelco el corazón…)

¿QUÉ SENSACIONES PODEMOS TENER?

AnsiedadLa ansiedad afecta tanto al cuerpo como a la mente. Al hablar de ella nos referimos a sentimientos de miedo, aprensión, estar con los nervios deshechos, al borde de un ataque, angustia, crispación o preocupación. Estas son las sensaciones más frecuentes asociadas a la ansiedad:

  • Mareos.
  • Falta de aire.
  • Taquicardia, palpitaciones.
  • Hormigueo en las extremidades, pérdida de sensibilidad.
  • Opresión, dolor o pinchazos en el pecho.
  • Calor, sofoco, sudores o escalofríos.
  • Percibir las cosas de manera borrosa o con lucecitas.
  • Temblores o rigidez muscular.
  • Dificultad para pensar con claridad.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Opresión o sensaciones extrañas en la cabeza.
  • Cansancio y alteraciones en el sueño y el apetito.

PENSAMIENTOS ANTE ESTAS SENSACIONES

La ansiedad produce síntomas corporales alarmantes y la persona puede pensar que está enfermo o que su vida corre peligro. Pensar que algo malo nos puede suceder nos lleva a aumentar la ansiedad, y cuanto más preocupan las sensaciones, más ansiedad tendremos.

GritoLos pensamientos que desarrollamos son:

  • Miedo a volverse loco.
  • Miedo a perder el control.
  • Miedo a un ataque de corazón.
  • Miedo a asfixiarse.
  • Miedo a no poder soportar la ansiedad.
  • Miedo a desmayarse.

Ansiedad 01Lo más importante es darse cuenta de que lo que sentimos en nuestro cuerpo es producido por nuestros pensamientos. Si tenemos taquicardia (nos late muy rápido el corazón), no vamos a tener un infarto. Los síntomas parecen muy alarmantes, pero no van ir a más. Es algo que dura poco tiempo y no nos va a producir lesiones físicas ni mentales.

Piensa que nada malo te va a pasar porque es miedo lo que tienes, analiza las situaciones que te producen este miedo, y enfrentarte a él, los pensamientos son los que nos producen la ansiedad, y los pensamientos son nuestros, nosotros podemos decidir lo que pensamos, que todo va a ir bien hasta que se demuestre lo contrario o que va a ir mal antes de que ocurra. Esta última manera de pensar nos pone en alerta, a la defensiva.

PARA RECORDAR:

Nadie se muere de miedo

  • La ansiedad puede provocar un aumento del ritmo cardíaco, pero no produce lesiones en el corazón.
  • Nadie se muere de miedo.
  • Aunque son sensaciones desagradables, no nos dañan mentalmente.
  • Es normal sentirse cansado/a cuando se ha sufrido un ataque de ansiedad.
  • Pensar que nos vamos a poner ansiosos sólo nos sirve para provocar más ansiedad.

RESPIRACIÓN

Cuando te des cuenta de que te empieza a invadir la ansiedad, dedica unos minutos a respirar:

  • Coge aire y retenlo dentro mientras cuentas hasta cinco.
  • Cuando llegues a cinco, suelta el aire y di la palabra «RELÁJATE».
  • Respira lentamente por la nariz, toma aire durante tres segundos y suelta el aire durante tres segundos. Di la palabra «relájate» cada vez que sueltes el aire. Haz esto diez veces y vuelve a empezar.

Es importante que practiques la respiración cuando estés tranquilo. Así cuando te pongas ansioso ya lo sabrás hacer bien.